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Trastornos de ansiedad
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ansiedad

Trastornos de ansiedad

Se presenta en México en más del 14% de la población, por lo menos una vez en la vida, según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP).

Se caracteriza por un estado de miedo o temor constante, en muchos aspectos de la vida, miedo al futuro, lo que pueda suceder en el presente como algo inevitable. Los pensamientos negativos son recurrentes, y fuera del control de la persona. Muchas veces estos pensamientos impiden tener una vida.

Pueden quitar el sueño, porque la persona no logra relajarse para tener un sano descanso, esto genera un círculo vicioso ya que la falta de sueño y descanso aumentan el estado de ansiedad.

Como las demás enfermedades mentales tienen factores, biológicos, psicológicos y sociales, que influyen para que se genere la enfermedad.

La vida moderna, que conlleva mucho estrés y competitividad. La vida agitada en las grandes ciudades, el trafico intenso, la falta de sensibilidad y tacto dentro del los grupos humanos, pueden aumentar el riesgo de tener ansiedad. Así también, es común que cuando se vive en un estado de inseguridad y de violencia, o si se ha vivido un suceso traumático (robo, violación, secuestro, etc) estos cuadros de presentan con mayor frecuencia en la población, así también.  Los cambios hormonales, en periodos específicos de la vida, también facilitan la aparición de un cuadro de ansiedad.

 

Sin embargo, puede presentarse sin haber vivido ningún caso anterior, lo cual genera mayor preocupación ya que se desconoce la razón por la que para pudiera presentarse.

 

La depresión y el trastorno de ansiedad van muy de la mano, por lo que es importante obtener un diagnóstico completo para seguir el tratamiento indicado.

 

Cuando el trastorno de ansiedad se torna agudo, puede presentarse un:

Ataque de pánico

Los síntomas comunes de éste son:

  • Respiración agitada

  • Sudoración en las manos

  • Palpitaciones fuertes del corazón

  • Sentir que la sangre fluye con mayor fuerza

Este cuadro muchas veces se confunde con un posible paro cardiaco, lo que asusta aún mas a la persona que lo padece, es frecuente llegue a sala de urgencias, donde después de los estudios le digan que no es “nada” o en el mejor de los casos le expliquen que tuvo un ataque de pánico y que debe recurrir a ayuda especializada.

Puede ser que el trastorno de ansiedad se vuelva crónico y deje a la persona sin capacidad para interactuar con la sociedad, poniendo en peligro sus estudios, su trabajo y sus relaciones interpersonales. Por lo cual es muy importante darle la atención que merece.

Tratamiento

Acudir a un especialista como lo es un psiquiatra. El decidirá si es necesario ayuda química con medicamentos, que podrán hacer efecto en unos días.

 

Sin embargo, dado que son enfermedades biopsicosociales, lo más recomendable es una terapia cognitiva conductual y la psicoeducación para que aprenda habilidades de manejar sus síntomas e ir extinguiéndolos.

Al igual que la familia necesita psicoeducación y apoyo para saber qué esta viviendo su ser querido y cómo es la mejor manera de abordarlo.

Foto: Eric Ward en Unsplash

Depresión
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Depresión mayor

Aspectos sobresalientes

sobre la depresión

  • La depresión afecta a la gente de todas las edades, etnias, religiones y clases sociales.

  •  La depresión no es un signo de debilidad o un defecto de personalidad.La gente que sufre depresión no puede mejorar por si sola.

  • La depresión es real como otras condiciones médicas (cáncer o diabetes). La depresión puede y debe ser tratada.

Mucha gente se siente infeliz o melancólica por días y semanas, pero este estado dura poco tiempo y desaparece. La depresión, por otro lado, no se retira, sino que se agudiza. La depresión es una condición médica seria, que afecta el cuerpo, la mente, el comportamiento y la salud física; perturba la alimentación, el sueño, los sentimientos y los pensamientos. Es un trastorno cerebral que afecta a gente de todas las edades, etnias, religiones y clases sociales. La depresión puede revelarse de varias formas y tener diversos síntomas y experiencias.

La depresión puede presentarse de distintas formas. Algunas personas experimentan un solo episodio de depresión en su vida, otras personas tienen depresiones recurrentes y otras más pueden sufrir de depresión crónica. Algunos episodios de depresión pueden suceder repentinamente sin una causa aparente, mientras que otros pueden estar asociados con una situación difícil de la vida, como la muerte de un familiar.

 

Los tipos de depresión son: depresión mayor—conocida como depresión unipolar—, depresión menor, que es menos severa y la depresión crónica o distimia.

No existe una sola razón por la que las personas sufren depresión. Los científicos consideran que hay factores emocionales, biológicos y genéticos que, combinados, influyen en el desarrollo de este padecimiento. Existe depresión exógena y endógena. 
La primera empieza por un factor externo que la detona, una pérdida emocional, como la muerte de un ser querido, un divorcio, la pérdida de trabajo, haber vivido un evento peligroso como un robo o secuestro; mientras que la segunda no tiene un factor detonante, se debe a un desbalance químico.

Tener depresión es un factor de riesgo para otros trastornos que incluyen abuso de sustancias, trastornos de ansiedad, enfermedades cardiovasculares, SIDA y diabetes. La depresión es un importante factor de riesgo para el suicidio.

La depresión es una enfermedad compleja con una gran variedad de síntomas. Hay numerosas listas y evaluaciones para detectar la depresión basadas en varios criterios. No todos los individuos con depresión experimentan todos los síntomas.  El número y la severidad de los síntomas pueden variar entre cada individuo y a través del tiempo.

  • Tristeza persistente, ansiedad y una sensación de vacío.

  • Sentimientos de desesperanza y pesimismo.

  • Sentimientos de culpa, desvalorización y falta de apoyo. 

  • Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba o pérdida de apetito sexual.

  • Fatiga, desgano o pérdida de energía.

  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.

  • Cambios en los patrones del sueño, insomnio, despertar muy temprano o dormir en exceso.

  • Cambios en el apetito.

  • Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio.

  • Ansiedad e irritabilidad.

  • Síntomas físicos como dolores de cabeza, trastornos digestivos o dolor crónico.

  • Pérdida de capacidad laboral o de estudio.

 

 Si tú, o alguien que conoces, tiene cinco o más de estos síntomas en un periodo de dos semanas o más, puedes tener depresión. Es importante buscar ayuda.

Foto por Joshua Earle en Unsplash

Esquizofrenia

ESQUIZOFRENIA

La esquizofrenia es un trastorno cerebral serio que afecta la capacidad de la persona de pensar claramente, controlar sus emociones, tomar decisiones o relacionarse con los demás. La mayoría de las personas que sufren de esquizofrenia tienen síntomas de la enfermedad durante toda su vida, ya sea crónicamente o por episodios. A estas personas se les estigmatiza porque la familia, los amigos y la gente en general no entienden esta enfermedad. A diferencia de lo que se cree popularmente, las personas con esquizofrenia no tienen "doble personalidad". La mayoría de ellas no son peligrosas ni atacan a los demás cuando reciben el tratamiento adecuado. La esquizofrenia afecta a aproximadamente 2.2 millones de adultos en Estados Unidos, el equivalente a casi el 1.1 por ciento de la población mayor de 18 años.

La esquizofrenia no tiene síntomas que la caracterizan, pues todos ellos se pueden encontrar en otros trastornos mentales. Por ejemplo, los síntomas psicóticos pueden producirse por consumir drogas o pueden aparecer durante el episodio maniaco del trastorno bipolar. Cuando un médico observa los síntomas de la esquizofrenia y sigue cuidadosamente el curso de la enfermedad durante seis meses, casi siempre puede diagnosticarla correctamente.

 

Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en tres categorías: síntomas positivos, síntomas desorganizados y síntomas negativos. La palabra “positivo” se refiere a que son características que la persona no presentaba antes de enfermarse y aparecen durante los episodios de psicosis; esta palabra no debe interpretarse como una connotación positiva hacia los síntomas. De la misma manera, la palabra “negativo” no se refiere a la actitud de la persona, sino a la falta de ciertas características que normalmente tendría.

  • Los síntomas positivos o "psicóticos" incluyen delirios y alucinaciones que ocurren cuando el paciente ha perdido el contacto con la realidad. Los delirios son pensamientos irracionales y generalmente falsos, quién los presenta puede creer que otras personas leyendo su mente, conspiran en su contra, la vigilan o la amenazan en secreto; también puede creer que puede controlar la mente de los demás. Las alucinaciones son voces o imágenes que la persona afirma escuchar o ver, pero que no existen.

  • Los síntomas desorganizados incluyen ideas y habla confusas y comportamiento que parece carecer de sentido. Por ejemplo, las personas con esquizofrenia a veces tienen dificultades para hablar formando oraciones coherentes, o no pueden llevar una conversación normal con otras personas. Por lo general se mueven lentamente, repiten ademanes o gestos rítmicos o hacen movimientos poco usuales, como caminar en círculos o de un lado a otro. También se les puede dificultar entender objetos, sonidos, sentimientos y emociones diarias.

  • Los síntomas negativos incluyen la falta de expresión, incapacidad de comenzar y terminar actividades, habla breve, y aparentemente incoherente, y falta de interés y placer en la vida.

La esquizofrenia no es el resultado de una "mala crianza" ni de una debilidad de la persona.

Los médicos no conocen todavía la causa especifica de la esquizofrenia, pero las investigaciones indican que el cerebro de las personas con este trastorno es diferente del cerebro de las personas que no lo sufren. Al igual que muchas otras enfermedades como el cáncer o la diabetes, la esquizofrenia parece tener su causa en una combinación de problemas que incluyen factores genéticos y ambientales que surgen durante el desarrollo de la persona

Por lo general, las primeras señales de la esquizofrenia surgen en la adolescencia o entre los 20 y 30 años de edad.

Trastorno bipolar
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Trastorno Bipolar

Es una enfermedad que afecta los neurotransmisores en el cerebro. Como su nombre lo indica, se caracteriza por tener dos polos en las emociones, unas etapas de depresión y otras de hipomanía o manía.

 

La depresión está caracterizada por una falta de energía, la disminución de interés por actividades que antes le parecían interesantes, baja autoestima, un sentimiento constante de desesperanza o aflicción. En algunos casos puede darse la depresión con ánimo disfórico, lo que significa pasar de sensación de tristeza profunda a la de irritabilidad, culpando a otros de sus males, con sentimientos de frustración. Si no se presentan manías o hipomanías, y sólo se mantiene en esta etapa, se habla de depresión unipolar.

 

Cuando se presenta una etapa posterior en la que la persona pasa por tres fases típicas, en que se siente increíblemente bien, tiene una falta de autocrítica, gran confianza en sí mismo, se llama hipomanía. Si esto se agudiza y su comportamiento se muestra hostil, desorganizado, abusivo, muy crítico con los demás, gasta de manera exagerada, y puede estar fuera de control, ya hablamos de manía. Puede llegar a un estado en el que pierde la relación con los demás, se vuelca en la grandiosidad y se desconecta de la realidad, en ciertas ocasiones se presentan conductas agresivas para sí mismo o para otras personas, se habla entonces de alcanzar un estado psicótico.

 

Es importante citar la descripción de un paciente: “Pasas de un sentimiento de tristeza y desesperanza que no te deja vivir, a un estado de confianza y felicidad, para pasar a otro que se torna imposible de manejar y te pierdes”.

  • a) Trastorno Bipolar I. El paciente presenta síntomas de manía y depresión, a veces simultáneas.

  • b) Trastorno Bipolar II. Episodios de depresión mayor que se tornan en episodios de hipomanía, este tipo es más común en las mujeres. Hay que tener cuidado porque la mayoría sólo busca ayuda en la depresión y puede obtener tratamiento equivocado.

  • c) Ciclo rápido. Incluye la incidencia de cuatro o más episodios en un lapso de doce meses.

Como otras enfermedades mentales, se dice que tiene factores multifactoriales, una parte genética-biológica, psicológica y social. No es culpa del paciente ni de su familia. Los factores externos afectan, pero ésta no es la única causa.

Hay que buscar ayuda especializada, lo mejor es lograr el diagnóstico y proceder a un tratamiento adecuado. Por lo general, los pacientes son más receptivos a la ayuda en la etapa depresiva. Es muy importante relatar al médico tratante la historia familiar para evitar un mal diagnóstico y un tratamiento que pudiera ser contraproducente.

 

Hay varios hospitales especializados en psiquiatría en México, también el Instituto Nacional de Psiquiatría y los psiquiatras particulares pueden apoyar con tratamientos integrales, en que se traten la parte biológica, psicológica y social. La familia es un pilar importante en el tratamiento, la psicoeducación del paciente y de la familia ayuda a aprender a manejar de la mejor forma los síntomas, evitar recaídas y lograr una estabilidad en la persona y lo mas importante, tener calidad de vida.

 

Foto: Jonathan Rados en Unsplash

Trastorno límite de la personalidad
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Trastorno límite de la personalidad (Borderline)

El Trastorno de la personalidad fronterizo se caracteriza por impulsividad y la inestabilidad anímica, de la imagen propia de la persona y de las relaciones. Este trastorno es muy común y se diagnostica con más frecuencia en mujeres que en hombres.

Las personas que lo sufren presentan varios de los síntomas siguientes:

  • ​Cambios de humor muy marcados con períodos de depresión intensa, irritabilidad y/o ansiedad que duran de unas cuantas horas a varios día.

  • Furia  fuera de lugar, intensa y fuera de control;

  • Impulsividad en lo que se refiere a gastar dinero, tener sexo, consumir sustancias, 
robos menores, conducir agresivamente o comer demasiado;

  • Amenazas de suicidio recurrentes o lesiones a sí mismos;

  • Relaciones personales inestables e intensas con perspectivas “blanco o negro” sobre personas o experiencias; algunas veces alternan entre idealizaciones de que “todo está bien” y devaluaciones de que “todo está mal”;

  • incertidumbre marcada y persistente sobre la imagen propia, las metas a largo plazo, las amistades y los valores;

  • Aburrimiento crónico o sensación de vacío;•   esfuerzos desesperados para evitar el abandono, ya sea real o imaginado.

Las causas no están claras, aunque podrían ser de carácter psicológico y biológico. Originalmente se creía que esto era "fronterizo" con la esquizofrenia, pero ahora parece ser que el trastorno de personalidad fronterizo tiene más relación con una enfermedad depresiva. En algunos casos tienen algo que ver los trastornos neurológicos como el trastorno de déficit de atención.

Los problemas biológicos pueden causar una inestabilidad anímica y una falta de control de los impulsos, lo que a su vez puede contribuir a problemas para relacionarse. Las dificultades en el desarrollo psicológico durante la niñez, quizá asociadas con abandono, abuso o negligencia por parte de los padres, podrían crear problemas de identidad y personalidad. Es necesario realizar más investigaciones para aclarar los factores psicológicos y/o biológicos que causan el trastorno de personalidad fronterizo.

Parece ser que una combinación de psicoterapia y medicamentos ofrecen los mejores resultados. Los medicamentos pueden ser útiles para reducir la ansiedad, depresión y los impulsos perjudiciales. El alivio de dichos síntomas podría ayudar a la persona a controlar sus patrones dañinos de pensamiento e interacciones que afectan las actividades cotidianas. No obstante, los medicamentos no corrigen las dificultades de carácter arraigadas. La psicoterapia a largo plazo, y la terapia de grupo, pueden ser de utilidad (si se encuentra un buen grupo para la persona). Durante un período de mucha presión, comportamiento impulsivo y abuso de sustancias, podría ser necesario hospitalizar a la persona por un tiempo corto. Existen recientemente intervenciones cognitivas más estructuradas, tales como la Terapia Dialéctica Conductual (DBT, siglas en inglés); actualmente esta terapia es muy utilizada.

 

Aunque algunas personas responden dramáticamente, con más frecuencia el tratamiento es difícil y a largo plazo. No es fácil cambiar los síntomas del trastorno y, con frecuencia, estos interfieren con la terapia. Se podrían alternar los período de mejoría con períodos de empeoramiento. Afortunadamente, con el tiempo, la mayoría de las personas logran una reducción significativa de los síntomas y un mejor funcionamiento.

Sí, y es vital determinar si hay otros trastornos psiquiátricos presentes. El trastorno de personalidad fronterizo puede estar acompañado de una enfermedad depresiva seria (incluso de trastorno bipolar), trastornos de la alimentación y abuso del alcohol o las drogas. Aproximadamente el 50% de las personas que sufren trastorno de personalidad fronterizo también tiene episodios de depresión severa. Cuando eso sucede, la depresión “usual” se vuelve más intensa y uniforme y se podrían presentar o empeorar los problemas de sueño o apetito. Estos síntomas, y todos los demás trastornos que se mencionaron anteriormente, podrían requerir un tratamiento específico. También podría ser necesario someter a algunas personas a hacer una evaluación neurológica.

Los antidepresivos, anticonvulsivos y el uso de los nuevos antipsicóticos atípicos son medicamentos comunes para el tratamiento del trastorno de personalidad fronterizo. La
decisión sobre los medicamentos se debe hacer con la colaboración de la persona y su terapeuta o psiquiatra. Las situaciones que se deben tomar en consideración son: la disposición de la persona a tomar el medicamento correspondiente y cómo se le recetó, los beneficios, riesgos y efectos secundarios posibles e incluso el riesgo de una sobredosis.

Trastorno obsesivo-compulsivo
Chica sentada en la ventana

Trastorno obsesivo-compulsivo

¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?

Las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) pensamientos obsesivos y conductas compulsivas.

Las obsesiones son pensamientos perturbadores e irracionales, ideas o impulsos no deseados que se generan repetidamente en la mente de la persona. Una y otra vez aparecen pensamientos molestos, como: "Mis manos están contaminadas; me las tengo que lavar"; "Creo que dejé la estufa encendida"; "Voy a lastimar a mi hijo." A pesar de que la persona sabe que estos pensamientos obsesivos son irracionales, teme que sean verdaderos y trata de evitar esas ideas, lo cual le crea muchísima ansiedad.

Las compulsiones son rituales repetitivos como lavarse las manos, contar, revisar, acumular o arreglar cosas. La persona repite estas acciones, porque le dan un alivio pasajero ante las obsesiones, pero no se siente satisfecha ni tiene la convicción de que ha concluido la acción. Las personas con TOC sienten que deben realizar estos rituales o algo malo va a pasar.

El TOC con frecuencia se describe como "la enfermedad de la duda." Los que lo sufren tienen "dudas patológicas" porque no pueden distinguir entre lo que es posible, lo que es probable y lo que no es probable que pase.

En algún momento dado, la mayoría de las personas tienen pensamientos o comportamientos obsesivos. El TOC ocurre cuando alguien siente obsesiones y compulsiones durante más de una hora todos los días, de una manera que interfiere con su vida. Este trastorno se presenta dos o tres veces más que la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

  • Si una persona hace lo siguiente podría tener este trastorno:

  • Revisa cosas repetidamente, quizá decenas de veces, antes de sentirse lo suficiente segura como para irse a dormir o salir de la casa.

  • Tiene miedo de hacerle daño a otros.

  • Se siente sucia y contaminada.

  • Arregla y ordena cosas constantemente.

  • Se preocupa excesivamente por las imperfecciones de su cuerpo

¿Cuáles son algunos ejemplos típicos de comportamientos de una persona con trastorno obsesivo compulsivo?

  • Una mujer consulta a su dermatólogo, se queja de que su piel está extremadamente seca y que casi nunca siente que está limpia. Diariamente toma una ducha de dos horas.

  • Un abogado insiste en preparar café varias veces al día. Sus colegas no se dan cuenta de que vive con el temor de que el café esté envenenado y su impulso es desecharlo. El abogado está tan obsesionado con estas ideas que se pasa 12 horas al día en el trabajo, cuatro de las cuales dedica a preocuparse por el café contaminado.

  • Un hombre no soporta tirar nada a la basura; publicidad por correspondencia, periódicos viejos, envases de leche vacíos porque "todo puede contener algo valioso que podría ser útil algún día." Si bota algo a la basura, "sucederá algo terrible." Acumula tanta basura que ya no puede caminar en su casa. Como insiste que no puede ni debe desechar nada, se muda a otra casa en donde continúa acumulando cosas.

  • Un vehículo cae en un bache en una calle de la ciudad y el conductor te me haber atropellado a una persona.

  • A una mujer le da miedo tocar a su bebé porque cree que lo va a contaminar.

  • Un niño no se puede dormir hasta haber acomodado todos sus zapatos en fila correctamente.

  • Una persona pasa muchas, muchas horas al día levantando pesas para esculpir su cuerpo.

¿Quién lo padece?

Todo tipo de personas puede sufrir de este trastorno sin importar su grupo social o étnico, o si es hombre o mujer. Por lo general, los síntomas comienzan durante la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta.

¿Qué lo causa?

Se ha acumulado gran cantidad de evidencia científica que sugiere que el trastorno obsesivo-compulsivo es el resultado de un desequilibrio químico en el cerebro. A veces el TOC aparece en aquellos que han sufrido una lesión cerebral, lo que sugiere que es un padecimiento físico. Algunas teorías resaltan que se debe a una mala crianza, pero no hay evidencia científica que respalde este planteamiento.

En personas que sufren de este trastorno, los científicos han observado un aumento en el metabolismo de los ganglios basales y el lóbulo frontal del cerebro. Los científicos creen que esto causa movimientos repetitivos, pensamiento rígido y falta de espontaneidad. Las personas que sufren el trastorno obsesivo-compulsivo con frecuencia también tienen altos niveles de la hormona vasopresina.

Asimismo, se ha descubierto una fuerte relación entre la serotonina, un neurotransmisor que ayuda a que las neuronas se comuniquen entre sí, y la obseso-compulsión. Para decirlo de manera más sencilla, hay algo en el cerebro que se ha quedado "estancado", como si fuera disco rayado.

La herencia genética también es un factor muy fuerte. Si usted padece TOC, hay un 25 por ciento de probabilidad de que uno de sus hijos también lo padecerá.

¿La edad es un factor en el trastorno?

Por lo general el trastorno obsesivo compulsivo comienza antes de la adolescencia. Al principio se podría confundir con el autismo, el trastorno penetrante del desarrollo o el síndrome de Tourette, una enfermedad cuyos síntomas pueden incluir dudas obsesivas y ganas compulsivas de tocar.

 

Al igual que la depresión, el TOC tiende a empeorar a medida que pasan los años, si la persona no recibe tratamiento. Sin embargo, los científicos creen que si se da tratamiento a la persona cuando está joven los síntomas no empeorarán con el tiempo.

Por lo general, ¿los profesionales reconocen el trastorno obsesivocompulsivo?

No se reconoce lo suficiente y con frecuencia este trastorno se diagnostica incorrectamente. Muchas personas tienen dos trastornos, como el obsesivo-compulsivo y la esquizofrenia, o el obsesivo-compulsivo y el bipolar, pero el componente obsesivo-compulsivo no se diagnostica ni recibe tratamiento. Los investigadores creen que el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos de ansiedad, de Tourette y de la alimentación como la anorexia y la bulimia pueden suscitarse debido al mismo mal funcionamiento químico en el cerebro.

¿Cuánto tiempo dura el trastorno?

Este trastorno no desaparece por sí solo, así que es importante obtener tratamiento. Aunque de vez en cuando los síntomas se podrían volver menos severos, el trastorno obsesivo compulsivo es una enfermedad crónica. Afortunadamente existen tratamientos eficaces que pueden controlar la enfermedad más fácilmente.

¿Se puede tratar eficazmente el trastorno obsesivo compulsivo?

Sí, la terapia del comportamiento puede ser eficaz, ya sea por sí sola, o combinada con medicamentos. Éstos últimos pueden regular la serotonina, reducir los pensamientos obsesivos y los comportamientos compulsivos

¿Por cuánto tiempo debe una persona tomar el medicamento antes de evaluar su eficacia?

Algunos médicos comenten el error de recetar un medicamento solamente por tres o cuatro semanas. Esto no es tiempo suficiente. Se debe probar el medicamento sistemáticamente durante 10 a 12 semanas antes de que se pueda evaluar su eficacia.

¿Qué es la terapia del comportamiento? ¿Puede aliviar eficazmente los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo?

La terapia del comportamiento es psicoterapia fuera de lo tradicional. Es "exposición y prevención de la respuesta," y es eficaz para muchas personas con el trastorno obsesivo-compulsivo. Se expone deliberadamente a la persona al objeto o la idea que produce miedo, ya sea directa o mentalmente, y después se le disuade o se evita que lleve a cabo la respuesta compulsiva usual. Por ejemplo, a una persona que se lava las manos compulsivamente se le puede pedir que toque el objeto que cree que está contaminado y se le niega la oportunidad de lavarse las manos por varias horas.

 

Cuando el tratamiento funciona bien, paulatinamente la persona siente menos ansiedad derivada de los pensamientos obsesivos y se puede contener de hacer las acciones compulsivas durante períodos prolongados de tiempo.

¿Desaparecerán completamente los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo con los medicamentos y la terapia del comportamiento?

La respuesta al tratamiento depende de cada caso. En la mayoría de las personas que reciben tratamiento con medicamentos eficaces, los síntomas se reducen en un 40 a 50 por ciento aproximadamente. Frecuentemente esto puede ser suficiente para cambiar la vida de la persona y permitirle funcionar adecuadamente.

Aproximadamente la mitad de las personas con este trastorno mejoran significativamente con terapia del comportamiento, mientras que el resto mejora moderadamente. Para unas cuantas personas ninguno de los tratamientos produce cambios significativos y otro pequeño número tiene la fortuna de pasar a una remisión total cuando obtiene un tratamiento eficaz con medicamentos o terapia del comportamiento.

Foto por Fernando @cferdo en Unsplash

Patología dual

Patología dual

Para aquellas personas que luchan tanto con una enfermedad mental como con un problema de abuso de sustancias, la situación adquiere proporciones enormes. Con frecuencia los servicios de salud mental no están preparados para atender a los pacientes que sufren de ambos males. La mayor parte del tiempo sólo se identifica un problema, pero si se llegaran a reconocer ambos, la persona tiene que ir y venir entre los servicios de salud mental y los de abuso de sustancias, a veces estas instituciones hasta les pueden negar el tratamiento.

Varios casos donde surgen estos problemas, la patología no ha sido muy positivo y por lo tanto ya existen programas que tratan de resolver esta situación. Los estudios de investigación están comenzando a ayudarnos a entender la dimensión del problema. Actualmente, por lo general se acepta que hasta un 50% de las personas que tienen alguna enfermedad mental también sufren de un problema de abuso de sustancias. La "sustancia" más común es el alcohol, seguido de la marihuana y la cocaína. Los medicamentos que requieren receta médica, como los tranquilizantes y las píldoras para dormir, también están incluidos. La incidencia de abuso de sustancias es mayor entre hombres y entre personas de entre 18 y 44 años de edad. Las personas con alguna enfermedad mental pueden tomar drogas a escondidas, sin que sus familiares se den cuenta. Un reporte informa que tanto los familiares de una persona enferma como los profesionales de este campo, subestiman el grado de la farmacodependencia de las personas bajo su cuidado.

El abuso de sustancias complica casi todos los aspectos del cuidado de una persona que sufre de una enfermedad mental. Es muy difícil convencerlos de que obtengan tratamiento y su diagnóstico se dificulta porque toma tiempo descubrir los efectos interactivos del abuso de sustancias y la enfermedad mental. Estas personas tienen dificultades para que se les acepte en casa y podrían no ser tolerados en los hogares de rehabilitación. Ellos pierden su sistema de apoyo y sufren de frecuentes recaídas y hospitalizaciones. La violencia prevalece más entre la población que ha recibido un diagnóstico doble. Los intentos de violencia y suicidio son más comunes y, de las personas que sufren de una enfermedad mental que se encuentran en prisión, un alto porcentaje es drogadicto.

Dadas las graves consecuencias que tiene el abuso de drogas en las personas con enfermedades mentales, es razonable preguntar: ¿Por qué lo hacen? Algunos de ellos pueden comenzar a ingerir drogas o alcohol para pasar el rato, igual que lo hacen muchas otras personas. Hay varios factores que podrían explicar el uso continuo. Probablemente, muchas personas continúan consumiendo drogas en un intento erróneo de tratar los síntomas de la enfermedad o los efectos secundarios de los medicamentos. Al "automedicarse" ellos sienten que pueden reducir el nivel de ansiedad o de depresión, por lo menos a corto plazo. Algunos profesionales especulan que la persona podría tener una vulnerabilidad subyacente que precipita tanto la enfermedad mental como el abuso de sustancias. Ellos creen que estas personas podrían correr el riesgo de consumir drogas, aunque sea en menor grado.

Estamos viendo algunas señales de que nos acercamos a un mejor entendimiento del problema y a posibles tratamientos. De la misma manera que las familias se han tenido que enfrentar a otros problemas anteriormente, y han tenido la respuesta adecuada para ellos, también pueden aprender a controlar éste de manera que sus vidas se vuelvan menos problemáticas y puedan obtener un mejor resultado.

Psicosis y psicopatía
Pensamiento del hombre en el sofá

Psicosis y psicopatía

¿Qué es un brote psicótico o un estado de psicosis?

Cuando una persona presenta un estado de psicosis o un brote psicótico, tiene un desbalance neuroquímico que ha dejado al cerebro sin la capacidad de razonar dentro de la realidad exterior. Presenta alucinaciones visuales, ver personas, animales, objetos que no existen; alucinaciones auditivas: escuchar palabras, ruidos que no existen; alucinaciones táctiles y olfativas: percepciones inexistentes.

La apariencia física se ve deteriorada, ya que denota el temor que vive, el arreglo personal se descuida y pueden presentarse sucios, despeinados, o con una forma de vestir inusual; la mirada dirigida a un lugar indefinido, hablar solos y hacer ademanes con sus manos y cuerpo.

El brote psicótico puede presentarse en las siguientes enfermedades: depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, esquizofrenia o después de haber tenido una vivencia traumática.

El estado de psicosis puede ocurrir de manera única o presentarse varias veces, cada recaída deteriora más al paciente por lo que se debe evitar. Si no hay apego al tratamiento o bien éste no se realiza de manera integral, puede repetirse.

Para recuperar la calidad de vida es importante que se obtenga tratamiento adecuado para estabilizarse y continuar con un proceso integral, con psicoeducación, tanto para el paciente como para la familia.

¿Cuál es la diferencia entre psicótico y psicópata?

La persona en psicosis, no tiene la capacidad de razonar correctamente porque tiene alucinaciones, ya sean auditivas, visuales, táctiles y/u olfativas; el cerebro experimenta un desequilibrio en los neurotransmisores y se provoca una crisis cerebral que lo deja con una discapacidad psicosocial. El aspecto personal denota el desarreglo emocional; puede presentarse: sucios, desarreglados o con ropa atípica; la conducta denotará la confusión que lo domina. La mayoría de estas personas no presentan ningún peligro para la sociedad o si mismas. Estas características pueden presentarse en enfermedades como la esquizofrenia, y se encuentran en las calles, con aspecto desarreglado; pueden causar miedo, pero en realidad la mayoría son personas inofensivas que sufren y necesitan tratamiento.

El psicópata, por el contrario, no denotara ninguna de las características anteriores, por el contrario, puede ser una persona bien arreglada, con comportamiento adecuado e incluso puede ser percibida como honorable; tiene la capacidad de convencer de su confiabilidad. Sin embargo para el psicópata, el fin justifica los medios, no siente culpa, puede engañar, robar, mentir. No le importa el daño que pueda causar, promete grandes ganancias, mata sin sentir culpa, todo con tal de lograr sus objetivos. A pesar de su aspecto pulcro y su conducta adecuada ante la sociedad, causa mucho daño, pero carece de empatía.

Foto por Rémi Walle en Unsplash

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