Según la Organización Mundial de la Salud, de cada cuatro familias, una tiene un ser querido con trastorno mental. En México, más del 16% de la población tiene un trastorno mental (Medina-Mora, 2016), podemos inferir cuántas familias y pacientes están viviendo esta situación de forma doblemente estresante.
Las familias de personas que padecen un trastorno mental pueden encontrar mayor carga, si además tienen que mantenerse en casa, sin poder salir, descansar o "cambiar de aire". Recuerda que las personas que padecen depresión, ansiedad y otros trastornos, necesitan tener una estructura clara e información precisa; precaución, pero no temor.
Voz Pro Salud Mental CDMX te da algunas recomendaciones para manejar la situación en casa:
Hablar del tema y tratar de esclarecer sus dudas, con fuentes de información confiables.
Recordarles que es una situación temporal, no se sabe exactamente cuándo acabará, pero se logrará la estabilización y poco a poco se podrá retomar la vida cotidiana.
Tener claro que es una situación de emergencia y hay que ser cuidadoso y responsable, pero que la mayoría de los casos se recuperan.
Establecer una estructura, con límites y tareas acorde a cada miembro de la familia.
Hacer un reglamento por escrito y a la vista, de acuerdo a lo que decida la familia que es lo mas importante. Por ejemplo, hacer la cama todos los días, lavar los platos, hacerse responsable de la mascota, ayudar a hacer la lista de compras.
Tener empatía y escuchar sin juzgar lo que les preocupa y lo que piensan.
Mantenerse al pendiente de una posible recaída, nadie lo conoce mejor que la familia, así que, si hay señales de alerta, comunicarse con el psiquiatra tratante, para realizar el ajuste necesario en el tratamiento.
Si expresara que desea dejar el tratamiento, escucharlo con empatía y enfatizar que aunque se comprende su situación, las consecuencias podrían ser muy negativas.
Escuchar con comprensión y empatía si hay idea de suicidio y sugerir buscar ayuda. Es fundamental reportar la situación al médico tratante, para valorar a tiempo el ajuste al tratamiento y decidir oportunamente si se requiere internamiento.
Tener a la mano la lista de medicamentos y dosis, así como teléfonos del médico tratante, ambulancia psiquiátrica, clínica u hospital psiquiátrico.
